Reconocer que estamos en una relación tóxica es muy difícil. A pesar de que lo logremos, salir de ella puede costarnos mucho ya que dañan nuestra autoestima y lo que pensamos de nosotras/os mismas/os. Es un proceso largo y puede resultar complicado dejar ir. Aquí te dejamos algunas recomendaciones:

1. Cuando te sientas triste o nostálgica/o recuerda que si bien tuviste momentos muy felices, a largo plazo fue una relación que te estaba haciendo daño. Los momentos felices no eliminan lo que te hace daño.
2. En una relación tóxica puede que te hayas alejado de tus amigas/os, pero las relaciones de tu entorno son claves para superar este proceso. Rodéate de las/os que más te quieren y pídeles apoyo. Ellas/os sabrán acompañarte de la mejor manera.
3. Es normal que te sientas confundida/o. Recuerda que no necesitas dejar de querer a esa persona antes de dar el paso de dejarla. Por eso es difícil.
4. Tu salud mental y tranquilidad siempre van primero. Una relación tóxica puede dejar secuelas como sentimientos de culpa, confusión o vergüenza. Estas heridas requieren cariño y tiempo para sanar, no te desesperes.
5. En el caso de las relaciones violentas, lo mejor será que busques apoyo profesional de algún servicio de ayuda.
6. Recuerda siempre que una relación sana es la que suma y no resta. La que te hace sentir feliz, libre, respetada/o, segura/o y tranquila/o. Eso es lo que te mereces. No tengas miedo en reconocerlo. Muchas veces el miedo a no encontrar a otra persona, es lo que hace que uno soporte situaciones que no debería tolerar.

Entendemos, que pueden haber muchas dudas e inseguridades cuando uno deja una relación tóxica. Sin embargo, no dudes que es lo mejor para ti.

Permitir que una persona se vaya de tu vida, deja espacio para que entre otras más que le agregue mayor valor.