El ciberacoso o ciberbullying es un tipo de bullying que se define como el acoso continuo entre pares por medio del uso del internet. Incluye recibir correos electrónicos, mensajes de texto o llamadas ofensivas, sexualmente explícitos y/o intimidaciones. Asimismo, suele ser un conjunto de conductas repetidas a lo largo del tiempo, que intencionalmente generan daños o incomodidad a la persona que lo recibe.

Algunos datos del ciberacoso o ciberbullying son:

• 1 de cada 10 mujeres mayores de 15 años ha experimentado ciberacoso o cyberbullying.
• Genera consecuencias negativas para las víctimas como sentimientos de tristeza, desesperanza e impotencia.

Los ataques toman muchas formas. Ya sean públicos y/o privados las redes sociales sirven como herramienta para los «bullies».

¿Qué hago si soy víctima de ciberacoso o cyberbullying?

• Pide ayuda. Recurre a tu mamá, tu papá, tus profesores o a un adulto de confianza.
• No brindes más información. Cuanto más se sepa de ti, más vulnerable eres y más intenso es el daño.
• Nunca respondas a las provocaciones o insultos. Hacerlo es un estímulo y ventaja para quienes te acosan.
• Revisa la información que publicas y quién puede acceder a ella.
• Guarda evidencia para poder probarlo.

¿Cómo podemos ayudar a estas personas?

Es común que estos comportamientos sean reforzados por compañeras/os que perciben estas situaciones y deciden quedarse en silencio u apoyar al acosador/a. Recuerda que quedarse callada o callado solo provocará que la víctima se sienta más sola y sin apoyo.

Si eres testigo de cualquier forma de bullying o sabes de alguien que esté atravesando ese daño, puedes ayudar a revertirlo.

• Ofrécele tu apoyo a esa persona y acompáñala en el proceso de salir de este ciclo de intimidación.
• Denúncialo. Muchas redes sociales cuentan con una opción para denunciar el acoso.
• Decirle a un adulto lo que te está pasando no te hace menos fuerte o una persona que acusa.