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Comunicación de los límites

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Decir que no es todo un arte. Creo que todas/os en algún momento hemos dicho que sí cuando no queríamos decirlo:

–“Oye, ¿me invitas un poco de tu torta?”
–“… sí”.
– [y así, se comieron toda tu torta de chocolate, esa torta que tanto querías comerte sola/o, porque no supiste decir que no]

Bueno, quizás ese no es el mejor ejemplo, pero queda clarísimo que todos hemos dicho que sí cuando en verdad queríamos decir no. Si se trata de invitar un poco de torta no es nada grave. Sin embargo, si se trata de nuestra vida sexual, nuestro cuerpo, nuestras emociones, entonces sí lo es.

A veces pasa que no queremos realizar alguna actividad sexual, como besar, que nos toquen o tener sexo, pero la otra persona nos gusta mucho, o no queremos herir sus sentimientos, o tememos lo que puede pensar de nosotras, etc. Entonces, optamos por decir sí. Es momento de cambiar.

Está bien decir que no. Es válido. No hay que sentirnos culpables, ni presionadas/os, ni manipuladas/os o forzadas/os a decir algo que no queramos. Si no queremos hacer algo, porque no nos sentimos cómodas/os, o ese día no estamos de buen humor, o la otra persona no nos da confianza, o por la razón que sea, nadie puede cuestionar nuestro no.

No le debemos explicaciones a nadie.

Aprender a decir que no es MUY importante, sobre todo en nuestra sociedad. Vivimos en un país machista en el que si no decimos explícitamente que no, puede ser tomado como un sí. Escuchamos mucho: “Pero ella no dijo que no quería” “¿Acaso ella puso resistencia?” Así, muchas personas justifican las violaciones porque la víctima no dijo que no de manera explícita.

De acuerdo con un estudio realizado en el 2017 por el Guttmacher Institute y la Universidad Peruana Cayetano Heredia, en el Perú, un cuarto de los estudiantes cree que cuando las chicas están diciendo que no al sexo, realmente están queriendo decir que sí. Nos han educado en una sociedad en la que si las mujeres se quedan calladas, significa sí y en la que si nuestro “no” no es muy convincente, entonces también significa sí.

Por más de que esto no debería ser así, hay que tener en cuenta esta realidad para decir NO con todas nuestras fuerzas cada vez que no queramos hacer algo. Que nuestro “no” sea claro y fuerte. Porque si decimos que no, ES NO.