Conocer tu cuerpo es importante para poder entenderlo. El término general que gran parte de las personas suelen usar para referirse a la parte femenina íntima es vagina. Sin embargo, la vagina solo es una parte de nuestros genitales y representa específicamente a la parte interna. Es decir, lo que ves, NO es tu vagina, sino es tu vulva. La vulva es parte de la anatomía genital externa y se compone por varias partes. En la zona íntima tenemos 3 orificios: la uretra, por donde orinamos, el orificio vaginal (la entrada de la vagina), por donde sale la menstruación y tenemos bebés y el orificio anal, por donde salen las heces.

La vulva tiene diferentes partes (encuéntralas en la imagen superior):

Monte de Venus: Es donde comienza el vello púbico. Sirve para proteger nuestra zona íntima y amortiguar cualquier peso o golpe que se da en esa zona.

Labios externos: Es el tejido de piel que se encuentra debajo del monte de venus y sirve para proteger la zona íntima. Durante la pubertad, aparecen vellos púbicos en esa zona.

Labios internos: Se encuentran entre los labios externos y la vagina. Tienen forma de pliegues y no tienen vello púbico. Están compuestos por muchas terminaciones nerviosas que incrementan el placer sexual.

Clítoris: Su única función es darte placer. Es el órgano con mayores terminaciones nerviosas del cuerpo. Se ubica en la parte superior donde se juntan los labios internos.

¿Alguna vez  has visto tu vulva?

Si utilizas un espejo, podrás observar como se ve tu vulva. Es algo que te recomendamos hacer, pues muchas mujeres se pasan toda la vida sin verla ni saber cómo es.

Al igual que las otras partes de tu cuerpo, existen diferentes formas, colores y tamaños de vulvas. ¡Todas son únicas y diferentes!

Escrito por:

Alexa Daly Miloslavich
Bachiller en Psicología por la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Especialista en Educación Sexual Integral