Tal vez has escuchado acerca de hostigamiento o acoso sexual en las noticias. Esta es una triste realidad que le puede suceder a mujeres y hombres. Por esto, en JUNTAS hemos decidido explicarte en un artículo qué es exactamente el hostigamiento sexual y qué podemos hacer si alguien que conocemos o nosotras mismas somos víctimas.

¿Qué es el acoso sexual?

En pocas palabras, el hostigamiento es una forma de violencia, que se produce a través de conductas de naturaleza o insinuación sexual, que no son deseadas por la persona a la que se dirigen estos actos. Por ejemplo:

1. Crear un ambiente intimidatorio, hostil o humillante
2. Afectar la actividad que la persona está haciendo.
3. Crear un clima de vergüenza y hostilidad para la víctimas

Es importante señalar que a pesar de los sentimientos de vergüenza y humillación que puede generarnos el abuso/hostigamiento, este NO es nuestra culpa y no debemos sentir vergüenza de denunciar a alguien que ha tenido comportamientos de ese tipo contra nosotros o nosotras.

¿Cómo lo podemos identificar?

El hostigamiento puede tener muchísimas formas de presentarse, pero aquí te describimos las más comunes para que puedas identificar el hostigamiento con más facilidad.

1. Una forma de hostigamiento son las promesas (dichas o sobre entendidas) que le puede hacer el o la acosador/a a la víctima. Estas promesas normalmente son sobre dar un trato preferencial o beneficios sobre una situación actual o futura de la vida de la víctima, a cambio de favores sexuales.
2. Otra forma común es el uso de amenazas donde el hostigador le exija a su víctima, en forma implícita o explícita, una conducta sexual no deseada.
3. También está el acoso mediante el uso de expresiones (escritas o verbales) de contenido sexual o sexista, insinuaciones, gestos obscenos o hasta exhibir imágenes de contenido sexual, que resulten humillantes para la víctima.
4. Una forma más física de acoso son los acercamientos corporales, roces, tocamientos u otras conductas sexuales que resulten ofensivas y no deseadas por la víctima.
5.  Por último, está el comportamiento ofensivo u hostil por el rechazo de las conductas antes señaladas

Esta lista menciona solo algunos ejemplos de muchas situaciones de acoso que se pueden dar en nuestro día a día. Recuerda, si eres víctima de una situación así NO es tu culpa, no te sientas avergonzada o avergonzado. Tu familia, amigos, amigas y nosotras te apoyamos.

Además, es importante aclarar que las conductas sexuales no son solo tener relaciones sexuales, sino que pueden ser caricias, besos y otras conductas que no deseamos. Si te sientes incómoda o incómodo por la conducta/comentarios o expresiones físicas o escritas de alguien contra tu voluntad, lo más probable es que te esté acosando; estás en tu derecho a tomar las acciones que te aconsejaremos.

¿Cómo pedir ayuda?

En primer lugar, te recomendamos hablar con alguien de confianza que sepas que te va a apoyar en esta situación. Puede ser un familiar, profesor/a, psicólogo/a del colegio o amigo/a.

Además, te contamos que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables brinda las siguientes plataformas en donde puedes consultar y reportar tu denuncia.

1. Llama a la línea 100, atienden las 24 horas del día y es gratuita (Puedes llamar desde la web de JUNTAS)
2. Ingresa a la página de: http://sistemas.pncvfs.gob.pe/contra-la-violencia/ donde podrás conversar con un especialista en el tema. Te lo recomendamos, debes tener un correo a tu disposición para adquirir la información.
3. Acude a los Centros de Emergencia Mujer (CEM), en el siguiente link puedes revisar cuál te queda mas cercano: https://www.mimp.gob.pe/homemimp/centro-emergencia-mujer.pdf  . Si tienes dudas sobre cómo encontrar el CEM más cerca a donde te encuentras, nos puedes escribir y te ayudamos.

Finalmente, desde JUNTAS te queremos decir que si tú o alguien que conoces ha sido víctima de acoso, no estás sola/o. Una vez que lo hables con alguien de confianza o lo denuncies te sentirás mejor.