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¿Relaciones tóxicas? Violencia psicológica en la pareja

Edad sugerida: 12+

Al leer el título de este artículo «¿Relaciones tóxicas? Violencia psicológica en la pareja», es probable que hayas pensado en una relación que conoces. Veamos, ¿alguna de estas situaciones te resulta familiar?

Amalia: «Me exige que quite una foto que publiqué, porque dice que salgo provocativa.»

Camila: «Dice que si lo dejo, va a matarse. Me asusta haciendo como que se va a suicidar.»*

Quizás le ha pasado a una amiga/o o incluso a ti misma/o. Algunas personas podrían decirte que «eso es normal» o que «pasa en todas las relaciones», pero es importante reconocer que estas situaciones son señales de alerta de violencia psicológica en las relaciones de pareja.

¿Qué es la violencia psicológica en la pareja?

Persona triste y confundida

Son todos los actos que dañan el bienestar y autoestima de la pareja con el objetivo de controlar sus acciones y/o decisiones. Por ejemplo, insultar a la otra persona, humillarla, manipularla, ignorarla por un periodo de tiempo, controlar sus redes sociales o celular, etc.

Muchas veces, la violencia psicológica puede pasar desapercibida porque es «invisible». A diferencia de la violencia física, donde los golpes o agresiones dejan heridas externas, las consecuencias de la violencia psicológica son más difíciles de ver. Sin embargo, esto no significa que sean menos importantes. Algunas adolescentes que han sido víctimas de violencia psicológica en la pareja, experimentan consecuencias como las siguientes:

  • Cuentan con una menor autoestima.
  • Se alejan de su familia y amistades.
  • Vuelven a ser parte de otra relación violenta en el futuro.
  • Muestran menor bienestar psicológico y satisfacción con la vida.
  • Tienen mayores probabilidades de desarrollar depresión y ansiedad.

¿Por qué las personas siguen en una relación de pareja violenta?

Puede ser frustrante ver a un/a amiga/o que se encuentra en una relación violenta y podrías preguntarte: ¿no se da cuenta? ¿por qué no termina con esa persona? La respuesta es que no es tan sencillo.

Si las relaciones fueran siempre caóticas, sería más fácil cortarlas. En la realidad, las relaciones violentas suelen pasar por tres fases que se repiten constantemente:

  1. En la primera fase, se acumula la tensión e incrementan las discusiones. Por ejemplo, Diego y Camila pelean constantemente porque él revisa sus redes sociales y le da celos que otros hombres le den «like» a sus fotos.
  2. En la segunda fase, la violencia explota. Por ejemplo, Diego le dice a Camila que es una «cualquiera» por subir fotos que él considera provocativas y deja de hablarle por una semana, buscando que ella quite las fotos.
  3. En la tercera fase, ocurre la reconciliación y se retorna a la calma. Por ejemplo, Diego le escribe a Camila a pedirle perdón, le dice que estuvo muy estresado durante esa semana y que no volverá a actuar de esa manera.

Después de la tercera fase, regresan las discusiones y tensión de la primera fase. Así, se repiten las fases de manera indefinida. Al haber momentos tranquilos e incluso felices, es difícil detectar que este es un círculo vicioso, también llamado el ciclo de la violencia.

¿Dónde buscar ayuda frente a la violencia psicológica?

Dejar una relación de violencia puede ser difícil. Si deseas ayudar a un/a amiga/o, intenta estar disponible para ella/él y asegurarte que sepa que estás ahí. Recuerda que las personas que están en una relación violenta suelen pensar que están solas y que nadie podrá ayudarlas.

Si quieres conversar con alguien, puedes llamar a la Línea 100, donde te ayudarán si estás en una situación de violencia o si conoces un caso en tu entorno, respondiendo tus preguntas y proponiendo soluciones. Otra opción, es escribir al Chat 100 donde te brindarán la misma ayuda a través de mensajes.

*Citas extraídas del cuadernillo «Noviazgos sin Violencia: me quiere, no me quiere»

 

Escrito por:

Daniella Liendo
Licenciada en Psicología Educacional por la Pontificia Universidad Católica del Perú.